miércoles, 16 de febrero de 2011

Heine Mix La Nave de la Cultura

La cultura, para ser apreciada como tal, dejará mensajes, enseñanzas despertadoras de conciencia, motivadoras de desarrollo intelectual y práctico; material necesario y suficiente como para interesar a la persona humana deseosa de progresar, justamente como tal, persona.

El espíritu de superación es innato en la razón de la especie humana.

Durante la primitiva era de la caza y la recolección, nuestro protagonista aprendió a mimetizarse como el animal requerido para la alimentación. Uno de los cazadores “se vistió” con la piel de una cacería anterior, imitó los movimientos vistos emitiendo sonidos guturales, nasales y vocálicos acordes a los de la presa elegida: fue el trabajo realizado para la manutención,  y además, fue la primera representación de un personaje escénico sobre el inmenso tablado de la naturaleza. 

Paralelamente en las cuevas de Altamira y en los faldeos de los cerros del desierto de Atacama, quedaban grabados hasta hoy los cuerpos de los cuadrúpedos a los que se les agradecía servir de alimento para estos bípedos que iniciaban el desarrollo del pensamiento.

En tanto en la Europa Central se reverenciaba la fertilidad femenina en la exuberancia carnal de la llamada Venus de Willendorff.

Tanto el primero como este segundo ejemplo inciden sobre lo mismo: el arte visual, auditivo y perceptivo, por último y en general, son fenómenos sociales, hoy por hoy más que nunca. Y, al dejar su impronta en la sociedad ejemplarizan con total propiedad el “hecho cultural”.

Avancemos hacia los filósofos presocráticos, a los in equiparables Euclides, Pitágoras… lleguemos a Sócrates descubridor de la esencia del pensamiento; y a la patrística y escolástica. Embarquémonos con los temerarios navegantes de la edad moderna, con los circunnavegantes terrestres precursores de la circunnavegación espacial iniciada por Yuri Alexeyevich Gagarin en la nave Vostok I el 12 de abril de 1961… y que en este 2011 cumplirá cincuenta años de imborrable hazaña por el despegue del homoterrestre intentando alcanzar las estrellas… ¿será celebrado este increíble hito?

Lectora, lector: que mi humilde escrito te motive para atreverte a volar en la más fantástica nave, la que no surca el mar, ni la tierra ni los aires, lo hace en tu propio cerebro: la nave de la cultura. 

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