Se apagó la luz. ¿Qué hacer en la oscuridad? Salir y contemplar las estrellas… La penumbra es genial, la cantidad de estrellas impresionante… transcurre el tiempo y sólo entonces me doy cuenta que estamos en movimiento… las imágenes de las estrellas van cambiando… vamos avanzando… astros, luceros y constelaciones se desplazan… ya no están las tres Marías, ni las tres Pepas del Auriga… algo conozco de la Osa Mayor y de la Osa Menor… más allá sería especular.
Pero ahora sé con certeza que nuestra nave espacial… esta que nos lleva a través del universo…la que nos alimenta y nos deja ver cosas maravillosas como el alineamiento de los planetas y el eclipse solar que aparece como un anillo de diamantes… esta, nuestra nave, …se está desplazando en el universo.
Nuestra nave espacial no es de contextura metálica, sino de miles y diversas combinaciones materiales tales como los grandiosos desiertos y los magnánimos mares, las extensas zonas con nieves eternas y, las anchurosas selvas impenetrables aún en nuestra época.
Nuestra nave no está cerrada, al contrario, se abre al espacio infinito y nos permite descubrir diversos e incomparables lugares donde nosotros podemos llegar… viajar… o simplemente, contemplar y admirar.
Qué pasaría con nuestra nave, si nosotros que la habitamos fuéramos incapaces de caer en cuenta que si la descuidamos… si no la atendemos como se debe… ella podría desaparecer… sucumbir por nuestra negligencia… entonces ¿qué haríamos nosotros?... ¿adónde iríamos? ¿Existe otra nave que nos acoja?
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