Por decirlo de una manera bastante cliché, la feria se ha convertido en una criatura que ya tiene varias madres y supuestos padres, pero evitando de antemano posibles sentimientos de posesión, les cuento que ella ha crecido harto y, que a veces, su crianza nos sobrepasa y vaya de qué manera.
También es claro que hoy es difícil conseguir y crear cosas con el siempre anhelado trabajo en equipo… para además crecer y conseguir algo parecido a lo que se pensó en el primer diseño de estos cientos de actividades donde los miles de detalles hacen la gran diferencia. A veces olvidamos el esfuerzo de todos los organizadores detrás de cada una de las versiones y aprovecho esta ocasión, a modo de discurso, de agradecer a cada uno de ellas y ellos.
Me han pedido escribir estas líneas para mostrar lo que es la feria y cuente quienes han sido nuestros invitados, haré lo que me piden: un recuento que no tiene más metodología que la nostalgia y el antojo por la premura de la pronta entrega, y así empiezo.
Cómo olvidar la primera feria donde éramos decenas y parecíamos miles, el cóctel y la ornamentación hecha con plantas obtenidas del Jardín Inglés y, vajilla y manteles arrendados en Santiago, no por ostentación, teníamos la idea de hacer las cosas con la rigurosidad de los debutantes.
Ese año la fecha coincidió con semana santa y el día internacional de libro, tremenda conjunción. Fuimos una alternativa para esos primeros días de otoño, el debate fue fuerte y nos convertimos en la ciudad ateniense, el ágora como escribió después Tomás Moulian en un portal de Internet.
El espacio elegido, las instalaciones del ex supermercado Marmentini Letelier; un local medio abandonado que para esa ocasión se adornó con esculturas de maderas y durmientes de ferrocarriles de la ex estación de Llolleo, fue así como se construyó un biombo que le dio más prestancia al cuento. Hubo mucho trabajo y cansancio, pero terminamos encantados.
Con los años fuimos cambiando de fecha, estación, escenario, amplificación, administraciones de casino para que la gente se quedara todo el día pero, fuimos siempre fieles a la tarde de la inauguración y tres días de acción con presentación de revistas, libros, debates sobre educación, vivienda, territorio, sistema binominal, y muchos otros temas de gran interés.
Como es sabido, durante las diez pasadas ferias hemos destacado fechas, personas y conceptos, más alguna frasecita que buscaba entusiasmar, como en la octava “a cuarenta de 100 años de soledad” o en la tercera “la memoria, desde el olvido al no me acuerdo”, o en la última “Charles Darwin los 200 años de su nacimiento y su paso por la zona” invitando para la ocasión a la Sociedad de Paleontología de Chile o, como en la del año 2000 “la cultura invita y el litoral acoge“ jugando ya con unas de nuestras obsesiones: los territorios.
Todo ello nos compromete a recordar el espíritu que forjó este espacio de encuentro: “lograr que una feria de venta de libros y revistas se convierta en vitrina única para expresiones de todo tipo en la sociedad sanantonina que se caracteriza por ser inquieta e inquietante”.
Estas ganas por descubrir, preguntar, mirar y observar han sido gatillo y detonante de muchas de las decisiones de lo que se ha construido y, lo que el gran público ha podido observar y disfrutar.
En el inconsciente ha quedado, como un escritor graficó, la polaroid que sirve de algún modo como muestra de este tenaz bombardeo de imágenes, ideas y sonidos.
Debates donde intelectuales, historiadores, sociólogos, escritores, políticos, novelistas, poetas, dramaturgos, literatos, músicos, invitados y sanantoninos, enfrentan caras y argumentos, Juan Radrigán, Sofía Correa Sutil, Alfredo Jocelyn Holt, José Miguel Varas, Gustavo Frías, Jorge Guzmán, Enrique Lafourcade, Hernán Rivera Letelier, Pablo Azocar, Poli Delano, Pedro Lemebel, Diamela Eltit, Jaime Collyer, Pía Barros, Patricio Manns, Ramón Díaz Eterovic, Roberto Merino, Germán Marín, Álvaro Bisama, Darío Oses, Manuel Peña Muñoz, Floridor Pérez, Jonás, Elvira Hernández, Álvaro Ruiz, Alejandro Lavquen, Horacio Eloy, Manuel Antonio Garretón, Justo Pastor Mellado, Sonia Montecinos, Douglas Hubner, Patricio Fernández, Congreso, Sonora de Llegar, Grupo Entrama, Geppe, Chinoy, Max Berrú, Daniel Muñoz y 7 por 3 21.
Amén de pasillos, callecillas, rincones, sillas, mesas donde se comparte y se hace “lobby" del bueno. En fin, es la historia de lugares y fechas, personas y personajes; historia que a partir de esta crónica nos obliga a recordar y no perderla… para la ciudad y sus habitantes.
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