miércoles, 13 de abril de 2011

Bienvenida la audacia humana

El 12 abril es una fecha llena de significado para la astronáutica, ese día la URSS envió a la órbita terrestre a su primer navegante espacial, en un viaje de 108 minutos alrededor del mundo en su cápsula Vostok I.

El Mayor del Aire Yuri Alexeyevich Gagarin fue el héroe de esa imborrable hazaña y este año se cumple el primer cincuentenario del despegue del homoterrestre intentando alcanzar las estrellas.

El 20 de julio de 1969 se concreta otro hito, la misión espacial Apolo 11 de los EE.UU coloca exitosamente a los primeros hombres en la Luna. El comandante Neil Armstrong y Edwin F.Aldrin, piloto del modulo de exploración, alunizan en el previsto Mar de la Tranquilidad; el tercer astronauta, Michael Collins, permanece en órbita lunar a cargo del módulo de mando el cual abordan Armstrong y Aldrin, veintiuna horas mas tarde para retornar a la Tierra; millones de personas observaron por televisión las imágenes en vivo del suceso.

El 19 de febrero de 1986 comienza otra epopeya, se inicia la construcción de la primera estación espacial de la historia. La Mir, originalmente soviética y luego rusa al terminar la URSS, fue ensamblada en órbita al conectar sucesivamente distintos módulos lanzados de forma separada desde 1986 hasta 1996; situada en una órbita entre 300 y 400 kilómetros de la superficie terrestre, la Mir completa viaje alrededor de la Tierra en unas dos horas y, estaba prevista para un funcionamiento de cinco años, lo hizo durante trece.

Sirvió como laboratorio de investigación pruebas para numerosos experimentos científicos y observaciones astronómicas, estableciendo récord de permanencia de seres humanos en el espacio y fue la culminación del programa espacial ruso.

En junio de 1992 el presidente estadounidense George H. W. Bush y el presidente ruso Boris Yeltsin firman un acuerdo para unir equipos en la exploración espacial; un astronauta norteamericano embarcaría en la Mir y dos cosmonautas rusos lo harían en el trasbordador espacial estadounidense.

Tras un incendio en febrero de 1997, la estación empezó a quedarse vieja y obsoleta, con la consecuente cadena de fallos que prosiguió hasta su desorbitación y desintegración en la atmósfera. Fue destruida de forma controlada el 23 de marzo de 2001, precipitándose sobre el Océano Pacífico.

El 28 de febrero de este año prosigue la gesta, la primera caminata espacial realizada por dos de los seis tripulantes del Discovery da comienzo formal a la última misión del trasbordador después de más de 20 años de vigencia y casi 40 vuelos. Durante 7 horas Steve Bowen y Al Drew estuvieron afuera de la Estación Espacial Internacional mientras trasladaban un módulo con una pieza de bombeo a una plataforma de almacenamiento externa e instalaban una cámara.

La Estación Espacial Internacional proporciona un ambiente científico ideal para realizar experimentos que simplemente no son posibles en la Tierra; allí se tiene una gravedad cercana acero y esta “microgravedad” tiene un amplio rango de consecuencias, desde el comportamiento de los líquidos hasta la dinámica de la combustión y, permite llevar a cabo varias investigaciones.

El ambiente de microgravedad contribuye al avance en la investigación biomédica con consecuencias en la lucha contra enfermedades relacionadas con la edad, tal como la osteoporosis, también, está ayudando a mejorar las técnicas médicas contra el esparcimiento de virus como el del VIH.

A 321 kilómetros sobre la tierra, esta estación también proporciona una plataforma sin rival para observar los patrones climáticos de nuestro planeta así como para examinar al universo.

En estas extraordinarias jornadas resplandecen los grandes valores de la humanidad y brilla la mejor de las sensibilidades de los hombres y mujeres de este planeta.

Igual frase usamos en nuestro primer número y agregamos: a más de un mes del derrumbe que mantiene atrapado a 33 trabajadores en la mina San José, impresiona y da un vuelco al corazón, el testimonio dado por los 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad en Copiapó; en situaciones extremas como la que están viviendo, emerge con fuerza la capacidad de lucha, la confianza y la fraternidad. Asombra, emociona y entusiasma, el ejemplo dado por quienes están trabajando solidariamente en el rescate: la disponibilidad, la inteligencia, el uso de la tecnología, la capacidad de emprendimiento, la generosidad.

En estos días ¿queda aún algo más por intentar? Si, la audacia de rescatar a miles y miles de niños y niñas atrapados en las profundidades de una situación extrema.

Si preguntaran ¿qué caracteriza hoy a Sudamérica? Sin temor a equívoco, se podría decir: la democracia, el desarrollo, la justicia social, las oportunidades. Y, si preguntaran por las tres mayores dificultades que se enfrentan, se podría responder: la baja participación, los altos niveles de pobreza y el terrible desequilibrio educacional.

Y, la tarea más que personalizarse en tecnologías se refiere a sistema y actores: escuelas, familias, clubes,  madres, padres, apoderados, profesoras, profesores; sobran sancionadores, faltan educadores, sobran las castigadoras y faltan educadoras, pero al mismo tiempo, el continente está lleno de ejemplos como los de San Alberto Hurtado que a diferencia de la soberbia de algunos, llamaba “patroncito” al más pobre y asumía con docilidad las injusticias que se hacían en su contra, por ello su ejemplo sigue movilizando a familias que nunca lo conocieron.

Nuestras niñas y niños demandan menos reglas y más ternura, menos normas y más dulzura; y, el sistema requiere varones de más hombría (humildad, optimismo, modestia, benevolencia, razones, independencia, audacia) y mujeres de más feminidad (fortaleza, eficacia, modestia, intuición, nombradía, independencia, decisión, audacia, discreción) personas que salen del área de las declaraciones y juegan en el campo de las decisiones, personas que abandonan la queja “en los tres últimos meses este niño nos ha dado muchos problemas” y fijan la mirada en su responsabilidad personal “derroché tres meses y perdí la oportunidad de ganarme el afecto y cariño del niño”.

Educadoras y educadores que quiebran esquemas, que sorprenden y deleitan con su osadía, que al niño y la niña le hacen pensar más allá de lo convencional, que forman y proponen diálogos que invitan a conocer, que mueven a cambiar de opinión sobre algo que ya se tenía establecido en la cabeza y los sentimientos.

Y, una sugerencia de Alberto Hurtado dada a un grupo de estudiantes universitarios: “decid que los tiempos son malos, sed mejores y los tiempos serán mejores”.   

Invitamos a dialogar sobre el tema, acérquese, comparta, intereses, sueños y esperanzas, participe de un trabajo continuo y en evolución, sea parte de una permanente invitación a lo que está por venir, sabiendo que lo que está por venir ha venido, súmese a una comunidad que trabaja para el futuro: hijas, hijos, nietos, nietas, sobrinas, sobrinos. Un afectuoso abrazo.

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